La mejora del rendimiento físico a corto plazo en jugadores de fútbol de alto rendimiento es de crucial importancia. Por ello, asegurar una recuperación adecuada después de un partido y la integración de programas de fuerza efectivos para aumentar sistemáticamente los parámetros de fuerza relevantes para el fútbol durante la temporada competitiva es una tarea exigente para el entrenador. Debido a la falta de tiempo, la implementación de métodos de entrenamiento alternativos que ofrecen una estimulación altamente eficiente de la adaptación muscular tiene un valor importante. Entre esos métodos de entrenamiento tenemos la electroestimulación (EMS) que ha demostrado ser una alternativa eficaz para mejorar la fuerza máxima y las capacidades específicas de fuerza como el salto y el sprint en atletas entrenados y de élite de deportes de equipo (Delitto et al., 1989; Maffiuletti et al., 2000, 2002a; Malatesta et al., 2003; Gondin et al., 2005; Billot et al., 2010; Filipovic et al., 2016). En un estudio con jugadores de fútbol profesionales, se lograron aumentos significativos en la fuerza máxima en prensa de piernas, en saltos y sprint con un entrenamiento dinámico de WB-EMS después de 7 semanas (14 sesiones) (Filipovic et al., 2016). Sin embargo, en el estudio no se pudo investigar las subestructuras del músculo esquelético; por lo tanto, no está claro si ese aumento de la fuerza máxima se produjo por un aumento del tamaño del músculo. Por ello, el objetivo de este estudio fue probar si las ganancias de fuerza inducidas por EMS también están asociadas con adaptaciones moleculares y estructurales en el músculo esquelético en jugadores de fútbol de alto rendimiento, para ello se aplicó WB-EMS en un programa de entrenamiento específico de fuerza de fútbol.
Para el presente estudio se asignaron 28 jugadores de fútbol y se dividieron de forma aleatoria en tres grupos. Grupo de EMS ( EG, n=10) los cuales realizaron 3 x 10 sentadillas con salto aplicando WB-EMS superpuesto dos veces por semana además de la rutina regular de fútbol durante un período de 7 semanas. Por otro lado, para diferenciar entre los efectos causados por la EMS, las sentadillas con salto y el entrenamiento rutinario de fútbol, se incluyeron dos grupos control. Un grupo de entrenamiento de salto (TG, n=10) que realizó el mismo volumen de sentadillas con salto durante los mismos días que el EG y otro grupo control (CG, n=8) que solo realizó la rutina regular de fútbol.
La rutina regular de fútbol consistió en realizar entre 3-1 sesiones por semana de trabajo global técnico táctico y un partido de 90 min al final de la semana. Por otro lado, el grupo con WB-EMS realizó las sesiones de entrenamiento los martes y viernes dejando un intervalo de 48 h de descanso entre sesión y los partido se jugaron los domingos. El tipo de onda que se utilizó fue una onda bifásica, rectangular y compensada, con una frecuencia de 80 Hz con un ancho de pulso de 350 µs y una intensidad de 0-120 mA. Para regular la intensidad se utilizó la escala de Borg siendo fuerte 16 y muy fuerte 19 sobre 20. La intensidad del entrenamiento se definió para cada jugador en una sesión de familiarización 2 semanas antes y se guardaron las intensidades en una ficha. El grupo EG realizó 3 x 10 sentadillas con salto máximos con una pausa de 60 sg (sin corriente eléctrica) entre serie. E cada serie se realizó el salto con un impulso de 4 segundos de trabajo (2 sg fase excéntrica sentadilla 90º, 1 sg isometría, 0,1 fase concéntrica explosiva y 1 sg de estabilización) y entre repetición 10 sg de descanso.
El grupo TG realizó la misma cantidad de saltos con idénticos intervalos dos veces por semana sin WB-EMS.
Al analizar los datos antropométricos no se observaron cambios en el peso corporal ni en la grasa corporal (tabla 2). Tampoco hubo diferencias en el volumen de entrenamiento entre los grupos. En cuanto a la fuerza del tren inferior se observó una mejora significativa en el grupo EG en comparación con el grupo TG y CG (tabla 2). Finalmente, al analizar la composición muscular no se dieron cambios significativos en la estructura de las fibras tipo I, sin embargo, si se dieron cambios positivos en el diámetro de las fibras tipo II en el grupo EG y en el grupo TG y CG no se dieron cambios significativos (tabla 3).
Conclusión
Analizando los resultados concluimos que la WB-EMS es una herramienta eficiente en el tiempo para el entrenamiento de fuerza y mejorar las capacidades de fuerza durante la temporada competitiva en jugadores de fútbol. También, puede enfatizar la adaptabilidad de las fibras rápidas de tipo II. Por lo tanto, las mejoras que nos ofrece puede ser una gran ayuda a la hora de programar la temporada competitiva en jugadores de fútbol y sería interesante extrapolarlo a otros deportes.
Nota informativa
En este estudio no especifica si las participantes del estudio se sometieron a una adaptación previa a WB-EMS. Por ello, desde Wiemspro aconsejamos que antes de aplicar un protocolo de entrenamiento de WB-EMS, se debe pasar un periodo de adaptación con una frecuencia por debajo de 50 Hz sin llegar a intensidades de electroestimulación que puedan provocar un agotamiento alto durante al menos 6-8 sesiones.
Bibliografía
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