En estudios anteriores del Wiems Laboratory, hemos analizado el efecto que tienen las distintas frecuencias sobre la frecuencia cardiaca, sobre el gasto energético y la relación entre las intensidades.
En la entrada de hoy, nos vamos a centrar en la oxidación de sustratos energéticos y su variación con respecto a un ejercicio convencional de cardio.
Cabe mencionar que, gracias a la colaboración del grupo Profith de la Universidad de Granada, los análisis llevados a cabo provienen de un analizador de gases.
Qué significa realmente oxidación de sustratos
Es importante saber que un aumento de la oxidación de determinado sustrato no significa que estemos perdiendo la acumulación del mismo; es decir, aumentar la oxidación de ácidos grasos no es sinónimo de reducir el % graso o de perder grasa.
A veces, un aumento en la oxidación de grasas se produce por un aumento en la concentración de ácidos grasos libres en sangre, pero no por ello reduciremos nuestro % graso. Un claro ejemplo de ello es el entrenamiento de fuerza, ya que el sustrato energético principal para entrenar la fuerza es la fosfocreatina, el ATP (Adenosín Trifosfato o Trifosfato de Adenosina) y el carbohidrato, pero su realización ayuda a mejorar la composición corporal reduciendo el % de grasa corporal.
Dicho esto, un aumento en la oxidación de grasas puede ser interesante para ayudar a la recomposición corporal; de hecho, el objetivo de este post es evaluar cómo se modifica la oxidación de sustratos durante la aplicación de EMS, y analizar si esta alteración podría estar relacionada con una mejora de la composición corporal.
El estudio
Al igual que en ocasiones anteriores, vamos a realizar un análisis con las dos frecuencias utilizadas (7 Hz y 21 Hz) en las tres RPEs comentadas en anteriores posts (5/10, 7/10 y 8/10) durante la realización de ejercicio de baja intensidad en elíptica.
El estudio llevado a cabo en el Wiems Laboratory dentro de la Universidad de Granada, tuvo como objetivo analizar la deriva que se produce en la frecuencia cardiaca (FC) cuando utilizamos la electroestimulación global de cuerpo completo (WB-EMS) mientras se realiza un ejercicio de baja intensidad en elíptica de carácter aeróbico, y colocando dos frecuencias eléctricas distintas (7 Hz y 21 Hz).
Evaluación
Para la evaluación de la oxidación de sustratos se utiliza la producción de dióxido de carbono y el consumo de oxígeno. A través de distintas fórmulas que se han ido masterizando a lo largo del tiempo, es posible conocer la oxidación de hidratos de carbono y la oxidación de grasas del organismo. En este sentido, nosotros hemos utilizado la siguiente fórmula de Frayn para el cálculo de la oxidación de grasas:
1.67 x volumen de oxígeno – 1.67 x volumen de dióxido de carbono |
y también la fórmula de Frayn para el cálculo de la oxidación de carbohidratos.
4.55 x volumen de dióxido de carbono – 3.21 x volumen de oxígeno |
De esta manera podemos calcular los gramos por minuto que se han oxidado de ambos sustratos energéticos en cada momento de la prueba.
Al igual que hicimos con el gasto energético, hemos dividido el análisis por los gramos minuto medidos de forma cruda, y la media de oxidación de sustratos en 5 minutos.
Para poder extraer los datos de la ventilación de la persona, hemos utilizado un analizador de gases fijo Medical Graphics. El analizador de gases es capaz de detectar los niveles de oxígeno y dióxido de carbono que consumimos y emitimos gracias a un sensor que se coloca en la mascarilla que utiliza el participante.
A continuación presentamos el resultado crudo que ofrece el analizador de gases.
En rojo tenemos el volumen de oxígeno, y en azul tenemos el volumen de dióxido de carbono. Por cada valor de oxígeno existe un valor de dióxido de carbono. El analizador tiene en cuenta cada inspiración y espiración realizada, y ofrece la media de todas ellas cada 10 segundos. En esta ocasión, se aprecia claramente los 3 momentos de ejercicio realizados.
Los resultados del estudio
Los resultados de la oxidación de nutrientes deben analizarse con mucha cautela, ya que el tipo del ejercicio, su duración y las condiciones previas son influyentes. Es decir, para poder hablar de aumentos o descensos significativos de oxidación de nutrientes deberíamos de realizar un ejercicio prolongado. Nosotros hemos seleccionado 15 minutos continuos de ejercicio, ya que consideramos que es tiempo suficiente como para ver cambios en la oxidación de sustratos.
Por otro lado, ya hemos comentado anteriormente que ninguna oxidación de sustratos predomina completamente sobre la otra. Es decir, nunca tendremos un 100% de oxidación de grasas o un 0% de oxidación de grasas; sin embargo, con las fórmulas que hemos mencionado previamente puede que los resultados nos den algo parecido. De hecho, es importante relativizar la oxidación de sustratos sobre un total de 100, obviando así la producción de energía de otros sustratos como las proteínas o cuerpos cetónicos.
A continuación, vamos a presentar un cuadro resumen de los datos tratados de todos los participantes.
Aquí tenemos las gráficas de oxidación de ácidos grasos (FatOx) y de oxidación de carbohidratos (ChoOx) de todos los participantes en gris y el promedio en negro:
Esta gráfica representa el % de oxidación del sustrato que estamos hablando, en un caso oxidación de grasas, en el otro caso oxidación de carbohidratos. Como cabe esperar y cuando se analizan los datos de frecuencia cardiaca, es lógico que haya un predominio de oxidación de carbohidratos. Además, sabemos que los carbohidratos son la fuente principal de producción de energía y muchas veces, cuando se agotan sus reservas, es cuando aumenta la oxidación de grasas. Es por eso, que muchas veces se dice que para oxidar grasas hace falta hacer ejercicio de larga duración, ya que los mecanismos fisiológicos para la “quema de grasa” se activan pasado un tiempo. En esta ocasión aparecen los puntos cada 5 minutos, ya que son la media de los 5 minutos previos.
En cuanto al análisis de las figuras, se ve claramente que la utilización de la segunda frecuencia resulta un aumento de la oxidación de grasas y una reducción de la oxidación de carbohidratos. Esta respuesta fisiológica básica nos puede ayudar en cantidad a la organización de nuestro entrenamiento, ya que sabemos que la “quema de grasas” se optimiza después de la 1 frecuencia.
“El aumento de intensidad provoca un aumento de la oxidación de carbohidratos y un descenso en la oxidación de grasas.”
En valores absolutos, vemos que durante la segunda frecuencia la oxidación de grasas es mayor al principio; sin embargo, si analizamos las pendientes de las dos curvas, vemos que la cinética de la oxidación de nutrientes son muy parecidas. Esto significa que el organismo responde prácticamente de la misma manera en ambas situaciones.Esta respuesta es totalmente lógica ya que, en los dos momentos de la prueba, pasábamos de tener un 5/10 a un 7/10, y terminar con un 8/10. El aumento de intensidad provoca un aumento de la oxidación de carbohidratos y un descenso en la oxidación de grasas. Sin embargo, todavía no sabemos si, aplicando una segunda frecuencia a una intensidad fija, nos hará oxidar más grasas que carbohidratos.
Si analizamos los gramos por minutos que se oxidan de cada sustrato energético, nos encontramos que la oxidación de grasas es mucho menor que la oxidación de carbohidratos. Igualmente observamos una reducción de la oxidación de CHO en la segunda frecuencia utilizada y, por ende, un aumento en la oxidación de grasas.
En la siguiente gráfica hemos ajustado la oxidación de sustratos para que se aprecie la diferencia entre ellos.
Al igual que con el gasto energético, hemos querido analizar el cambio producido en la oxidación de nutrientes en cada momento de la prueba. Vemos que la oxidación de grasas se reduce en todo momento cuando comenzamos a utilizar la EMS. Como hemos comentado, cuando existe un aumento de la intensidad es normal que la oxidación de grasas se reduzca, pero ya estamos viendo que el entrenamiento de la fuerza (que también reduce la oxidación de grasas) puede ayudar a reducir el % graso por lo que la EMS van en la misma línea.
Igualmente vemos que el descenso en la oxidación de grasas es menor durante la segunda frecuencia, incluso aumenta cuando comienza su aplicación. De hecho, podemos confirmar que con la segunda frecuencia y a una intensidad de 8/10, es decir, con grandes contracciones musculares la oxidación de grasas no baja prácticamente (-2%).
Conclusión
Acompañando los datos de gasto energético, estos datos resultan altamente útiles para entrenadores. Sin duda, de estos datos concluimos dos cosas:
- Durante la segunda frecuencia se utilizan las grasas como sustrato energético.
- La oxidación de carbohidratos se ve altamente reducida en la segunda frecuencia.
Unai Adrian Perez de Arrilucea
Equipo de Wiems Lab